Hay numerosas razones para que esta Mancomunidad exista, y cada una de ellas es una oportunidad para seguir avanzando en iniciativas y servicios mancomunados que contribuyan al bienestar de cada uno y una de los ciudadanos y ciudadanas que residen en nuestra comarca, pero también para que contribuyan a aprovechar las escalabilidad y el alcance en la provisión de bienes y servicios públicos supramunicipales con criterios de equidad, solidaridad y eficiencia. Cuando vienen tiempos en los que se cuestiona la autonomía y la libertad municipal/local, así como la relativización del alcance de la política llevada a cabo por los Ayuntamientos, precisamente por una situación económica y financiera adversa, a la que todos hemos contribuido en mayor o menor medida, y, por consiguiente, de la que todos somos responsables, es necesario reivindicarlas con mayor beligerancia, eso sí, arbitrando mecanismos políticos y económicos racionales y oportunos que garanticen la sostenibilidad municipal, pero no frivolizando en la sostenibilidad financiera, en el equilibrio presupuestario y en la regla de gasto, hoy tan de moda en la gestión de todas las administraciones y a cualquier escala. La crisis que estamos viviendo es mucho más profunda. La Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax es el resultado de la libertad y de la autonomía municipal. Sin la decisión autónoma de los municipios para constituir esta Mancomunidad, allá por el año 1986, jamás hubiera existido, y a la que jamás se le hubiera delegado la provisión de bienes y servicios públicos supramunicipales como los que cuenta en la actualidad. Primero el agua, y más tarde la cultura, los deportes, la formación, etc. Pero indudablemente hay otro elemento capital que se ha de unir a la libertad y a la autonomía municipal para justificar la existencia de una Mancomunidad como la nuestra. Me refiero a la confianza. Ayuntamientos gobernados por diferentes formaciones políticas, algunas veces con intereses contrapuestos, confiaron y confían, y estuvieron y siguen estando de acuerdo, en que perviva esta Mancomunidad.
Francisco Cortés García Presidente